Era una extraña que vagaba por los pasillos de un lugar que antes llamaban casa, y hoy se ha quedado en silencio, almacenando recuerdos.
El lugar era cálido, armónico y por el transitaban personas que solían mirar al cielo y reír a carcajadas.
Hoy no es más que paredes heladas, comida congelada, historias mal contadas, los recuerdos y los fantasmas.
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