Papá me preguntó… ¿hija te puedes quedar con mi mamá, que la tía debe viajar a Valparaíso?, respondí conforme Sí Paaa no hay problema... Son contadas esas veces que tal confianza me depositan, cuidar a la abuela es más paciencia que atenderla, y yo sí que la tengo, así que prepare la mochila y partí a dormir allá, la verdad es que me gustan sus historias y su ritmo de vida... Llegamos y Papá le preguntó ¿viste tele hoy?; ¡No! respondió ella, no la necesito... y después argumenta… ¿Para qué verla sí después se me olvida lo que sale en ella? mejor no pierdo mi tiempo...
Desperté en la mañana después de una heladísima noche, y me dice ¿Y usted cuando llegó? sonreí y le explique: mi papá me vino a dejar ayer... Aaah dice tratando de hacer memoria, ¿y hasta cuando se queda? insiste, hasta que llegue la tía… Entonces siéntase como en su casa…
Seguía la mañana y me dice, Oiga va a tener que ir a comprar pan, así que vaya no más..
Ya pues le dije yo y me abrigue porque el frío de la capital está terrible... Le pregunto al darme cuenta de que mi papá no me había dejado las llaves... ¿Abuela las llaves del portón? Y su cara expresa la incertidumbre… Ni idea, me responde...Aah mi memoria y se queja, eso es lo triste de llegar a vieja, completa, ¡no me acuerdo de nada!, trato de aliviar su pena que empieza a aparecer, y le digo pero tranquila abuela, yo te ayudo a buscarla... Empezó la búsqueda en la antigua biblioteca, a ver si había alguna copia por ahí que la tía tiene de reserva, pero nada.
Nos fuimos a su pieza, y empezó a buscar en sus cajones, y en eso mira la repisa, me dice: ¡Aquí está! Vea cuál de las dos sirve... Las miro y quedo perpleja, tuve que respirar profundo y aguantar la risa, le dije… No poh wely, éstas no sirven, deben ser de algún cajón, o algún ropero, era de esas llaves viejas, de esas largas y con figuras detalladas en su comienzo, y típicas de alguna reliquia, o cofre de joyas, algo así se me imagina, la cuestión es que insistió con que esas eran, y yo sabiendo que no lo era, seguí buscando, de pronto dice, " A los porfiados hay que dejarlos" Y partió con su lento y singular paso hacia el portón, se agacha y trata de hacer que la llave entre en la cerradura, vio que no era, pensé yo "verá que la otra es igual", pero en eso va y con la misma convicción trata de meter la segunda llave. Derrotada dice: "Chita no era nah..." Y parte a seguir su búsqueda... Mientras yo, siguiéndole los pasos, me reía tratando de entender, cuál era el antiguo portal que mi abuela quería abrir…
viernes, 30 de julio de 2010
La llave...
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Muy amenudo le pasa a la gente, se olvida de las cosas es una pena, pero es una parte de la vida, en fin, me gustó mucho felicidades y espero que no olvides esto xD
ResponderEliminarjajajajajaja te imaginé xD
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